El yate del presidente del consejo de administración de Volvo, Carl-Henric Svanberg, permanece embargado en el Club de Mar de Palma por problemas entre la aduana y el propietario. El Cygnus Montanus, un velero de 34 metros de eslora y seis personas de tripulación está confinado desde hace más de un mes cuando su propietario decidió introducirlo en la Unión Europea desde Nueva Zelanda, donde fue construido en 2016.
Lo habitual es que sean territorios como Malta los que sirvan para introducir embarcaciones de este tipo en la Unión Europea porque sirven para minimizar esas tasas. Sin embargo, Svanberg decidió hacerlo en Palma y desde hace unas semanas mantiene un conflicto con la aduana por la cantidad a liquidar. Mientras la embarcación no disponga de toda la documentación en regla, no puede navegar.
Mientras, se han producido dos abordajes por parte de las autoridades españolas. Uno de los puntos de discrepancia está en cuál es el precio real de la embarcación y si ha sufrido modificaciones que incremente su valor desde que salió de los astilleros de Auckand.
Svanberg, además de presidir el consejo de administración de la compañía de automóviles desde hace casi una década, tiene un amplio historial al frente de las principales empresas suecas. Fue uno de los artífices del despegue de Securitas Direct en los años 90 y más tarde pasó por la firma de tecnología Ericson y por la petrolera BP, que presidió hasta hace cinco años, cuando ya estaba al frente del consejo de Volvo. El Cygnus fue botado en mayo de 2016 y construido por el astillero neozelandés Yatching Developments a partir de un diseño de German Frers. Está proyectado para realizar travesías oceánicas. La altura de su mástil es de 50,5 metros, equivalente a un edificio de 15 pisos.