Tarde noche en Mykonos, sentados en el Sunset Bar en la cubierta del Rooftop Garden con un cóctel de esos que refrescan sin ser dulzones. El barco anclado y nosotros viendo las casitas blancas en la distancia, primero con el sol de la tarde y poco a poco la luz del atardecer abrazando el momento, de abajo arriba, permitiéndote ver todos los brillos y matices de este ocaso heleno tan famoso. Selfies, fotos, rumores, brindis, paz. Y se hizo la noche, suave, con brisa y el horizonte enciende sus luces. ¡Cómo no te vas a quedar con este recuerdo del verano 2021!
Este barco puede acoger 2900 pasajeros y en estas salidas de julio apenas pasas de los 500 o 600 a bordo. Si el espacio por persona es un parámetro que determina la categoría de un crucero, echen sus cálculos. Es de nuevo una sensación amable, la de poca gente pero con un gran ambiente. Nunca vi los restaurantes vacíos, siempre hubo un buen clima nocturno en el Martini Bar, con música en directo y la coctelería fluyendo.
Volviendo a las sensaciones, yo este barco lo había visto en los astilleros pocas semanas antes de la que iba a ser su gran inauguración y ya sabía que una de mis zonas favoritas era El Edén. Pues bien, cenar allí, viendo la cocina y las elaboraciones o la estela que deja el barco a través de las cristaleras gigantes y degustar ese menú que incluye especialidades de diferentes países incluidos unos muy españoles carabineros, es una de “esas experiencias”, pero su ceviche es de hacerte saltar las lágrimas.
Es un crucero para vacunados y eso es lo único que necesitas, el certificado de vacunación. Vuelo directo ida y vuelta con Atenas y escalas en las que pueden bajar por tu cuenta sin necesidad de contratar excursiones. En Grecia no hay que llevar la mascarilla en los espacios exteriores, solo en interiores, exactamente igual que en el barco.