Se esperaba la jornada del miércoles con un repunte del viento para dar un poco más de espectáculo en la Bahía. Lo que no se esperaba es un viento de entre 19 y 25 nudos, un viento que por la especial localización de Baleares, y la influencia climatológica del Golfo de León, a veces –como ayer- genera un viento del norte de bastante intensidad.
Fue ese viento el que aplazó la salida de la flota de la Copa del Rey Mapfre en su tercera etapa, transmitiendo una cierta incertidumbre entre las tripulaciones participantes, pues ese viento es impredecible desde que empieza a soplar hasta que amaina o desaparece.
La Organización decidió esperar y al cabo de más de una hora se dio la señal de “barcos al agua”. Así empezaba la tercera jornada de la Copa del Rey Mapfre y, para evitar el “atasco” de salida, la clase de Purobeach salió en último lugar pues al carecer los Viper 640 de motor, tenían que salir ya navegando.
La jornada, muy marinera, transcurrió con mucha agua para los fotógrafos que la seguían y que más parecían nadadores que seguidores. Los favoritos seguían dando muestras de su condición copando los primeros lugares en la clasificación y todo a punto para el fin de semana en la que se espera un duelo Real, un duelo de Reyes.