El Consejo de Ministros emitió un decreto urgente que prohíbe a los barcos de más de 25.000 toneladas pasar por la dársena de San Marco, el Canal de San Marco y el Canal de la Giudecca desde el 1 de agosto para ‘proteger el patrimonio ambiental, artístico y cultural de Venecia declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO‘.
Los buques afectados son aquellos con una eslora superior a 180 m, con excepción de los buques con propulsión mixta con motor de vela; y combustible que produzcan emisiones contaminantes con contenido de azufre igual o superior al 0,1%.
El decreto establece compensaciones para los operadores de cruceros, empresas que tengan contratos para la contratación de actividades locales y trabajadores en los departamentos de navegación y logística relacionados con el tránsito de barcos en vías fluviales urbanas, entre otros.
A propuesta del presidente del Consejo, Mario Draghi, del ministro de Infraestructura Sostenible y Movilidad y del ministro de Cultura y el de Turismo, la prohibición se incluye en un decreto que contiene disposiciones para garantizar la integridad de vías navegables declaradas monumento nacional.
El gobierno deseaba encarecidamente acelerar una decisión ya adoptada, con el llamado a licitación para la construcción de rellanos externos, para evitar el riesgo real de que la ciudad se incluya en la lista de sitios del Patrimonio Mundial de la UNESCO en peligro de extinción.