El presidente y director de la Autoridad Portuaria de Baleares (APB), Francesc Antich y Jorge Nasarre, han dado inicio a la recién reabierta visita a la exposición de señales marítimas del faro de Portopí. Ambos han seguido las explicaciones de los guías, quienes los han acompañado por todo el recorrido.
Tras unos meses de puesta a punto, la exposición cuenta con interesantes novedades, como la restaurada linterna del faro de Llebeig, que se puede contemplar en la entrada de la exposición, y un vídeo que detalla el proceso de restauración y sustitución de esta misma linterna.
La reapertura del espacio coincide con el 150º aniversario de la APB, un año de celebración y de proyección hacia el futuro que tiene como objetivo dar a conocer entre la ciudadanía los espacios portuarios.
El faro de Portopí se encuentra en un área de acceso restringido, por lo que la visita requiere reserva. Las visitas gratuitas se pueden concertar de miércoles a viernes de 10 a 15 h y de 16 a 19 h y los sábados de 10 a 15 h a través de este enlace o en fardeportopi@portsdebalears.com / 662 418 163.
En 2004 la APB abrió al público las puertas del faro de Portopí, una de las construcciones más características del puerto de Palma, todo un símbolo de la ciudad y de la historia de las comunicaciones marítimas de Baleares. Ese año el faro de Portopí fue reconvertido en un espacio cultural para acoger de forma permanente la exposición de señales marítimas que muestra a los visitantes el fascinante mundo de los faros.
La exposición ocupa el espacio de la antigua vivienda del farero, distribuida en dos plantas, y adentra al visitante en el mundo de la señalización marítima, familiarizándolo con la terminología específica. Además, se expone una colección de ópticas de 2º a 6º orden, diferentes máquinas de rotación y una explicación sobre la evolución sufrida por el alumbrado marítimo en las costas de Baleares. Finalmente la exposición nos invita a viajar al pasado para conocer las condiciones de vida de los antiguos fareros y sus familias al convivir en lugares extremadamente aislados.