El Palma International Boat Show cerró ayer sus puertas en el Moll Vell tras cuatro días de intensa actividad comercial y de promoción del sector náutico de las Baleares a nivel internacional. La feria ha sido la primera presencial del sector que se ha celebrado a nivel europeo y se ha despedido como un impulso para la reactivación del mundo náutico. Más de 16.000 personas han visitado la feria durante los cuatro días, siempre sin superar el aforo permitido por el protocolo COVID-19, y respetando las normas de seguridad para evitar contagios.
El evento ha sido escenario de presentaciones mundiales de nuevos modelos de embarcaciones de astilleros que han confiado de nuevo en el salón de Palma como escenario para dar sus novedades. Según los expositores se han cerrado compras y se han llegado a acuerdos comerciales que se materializarán en los próximos meses. La organización hace un balance muy positivo de este acontecimiento ya que ha convertido a las Islas en el epicentro de la náutica internacional.
El Palma International Boat Show ha contado con 227 expositores y más de 185 embarcaciones en el mar, en un recinto ferial de más de 80.000 metros cuadrados. En esta edición se ha reconocido la labor de salvamento marítimo de la Cruz Roja del Mar en su quincuagésimo aniversario y se le ha entregado el premio Marcial Sánchez-Barcáiztegui. Además, la Asociación de Empresas Náuticas de las Islas Baleares (AENIB) ha celebrado también los 35 años de historia.