El Club Nàutic S’Arenal (CNA), en una muestra más de su compromiso medioambiental, acogerá próximamente una prueba piloto de un proyecto de mejora de la calidad del agua portuaria. El Proyecto Cícero, como así se ha bautizado a la iniciativa, está siendo desarrollado por Garau Ingenieros, con quien el club ya ha colaborado en un anterior proyecto de control de vertidos.
Se trata de un proyecto de innovación “con un enfoque radicalmente diferente al habitual. En lugar de renovar el agua portuaria bombeándola fuera y por tanto exportando el problema el entorno del puerto, queremos solucionar el problema dentro del puerto”, resume Carlos Garau, fundador de Garau Ingenieros.
“El objetivo es obtener una mejora en la calidad perceptible del agua en el puerto, concretamente en su transparencia”, explica. “Partimos de la idea de que los puertos no tienen por qué ser entornos de calidad de agua degradada. A pesar de que las obras de abrigo dificultan la renovación del agua, lo que empeora su calidad, ello no tiene por qué ser irreversible. De la misma forma que se trabaja con aguas depuradas, mejorando muchísimo su calidad, creemos que se puede hacer lo mismo con el agua portuaria ”, asegura.
“Se trata de retirar el exceso de nutrientes que hay en el agua, potenciando los procesos naturales que ya se dan en el mar. De esta forma, lograremos revertir el color verdoso del agua, garantizando con la mejora de la transparencia que la luz del sol pueda llegar al fondo con facilidad. Ello, a su vez, nos permitirá tomar otras acciones, como mejorar el ecosistema submarino con la implantación de especies vegetales, algas e incluso esponjas. Asimismo, esto garantizará una menor sedimentación y dragado. Una de las principales fuentes de sedimentos que hay en los puertos es la microfauna que va muriendo y se deposita en el fondo. Eliminar algo de ese volumen nos servirá para mejorar el dragado, que concretamente en Baleares es un tema complicado”, abunda.
Esta iniciativa sitúa una vez más al club a la vanguardia en temas medioambientales. Así, recientemente, el CNA recibió la distinción que lo acredita como primer puerto de España neutral en emisiones. Este certificado, otorgado por Naciones Unidas a aquellas instalaciones portuarias cuya huella de carbono es cero, ha sido posible gracias al sistema de gestión ambiental desarrollado específicamente para el club por la startup mallorquina Trueworld. De esta forma, el CNA se alinea ya oficialmente con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030.
“Somos muy conscientes de que no podemos interferir en absoluto en la operativa portuaria. Por eso instalaremos el sistema en uno de los pocos espacios muertos que hay en un puerto: debajo de los pantalanes. En concreto, instalaremos una serie de biorreactores conectados a una bomba y un sistema de control y electrónica para monitorizar el estado del agua. El sistema, además, ni siquiera será visible para los usuarios”, destaca.
“Aunque se trata de un proyecto a tres años, creemos que en dos o tres meses se notarán los efectos, ya que habremos mejorado sensiblemente el contenido en nitratos del agua”, indica.
“El Club Nàutic S’Arenal siempre ha apostado por el medio ambiente y la mejora de sus instalaciones en pro del entorno natural, así que es el socio ideal para este revolucionario proyecto”, incide.
El Club Nàutic S’Arenal (CNA), en una muestra más de su compromiso medioambiental, acogerá próximamente una prueba piloto de un proyecto de mejora de la calidad del agua portuaria. El Proyecto Cícero, como así se ha bautizado a la iniciativa, está siendo desarrollado por Garau Ingenieros, con quien el club ya ha colaborado en un anterior proyecto de control de vertidos.
Se trata de un proyecto de innovación “con un enfoque radicalmente diferente al habitual. En lugar de renovar el agua portuaria bombeándola fuera y por tanto exportando el problema el entorno del puerto, queremos solucionar el problema dentro del puerto”, resume Carlos Garau, fundador de Garau Ingenieros.
“El objetivo es obtener una mejora en la calidad perceptible del agua en el puerto, concretamente en su transparencia”, explica. “Partimos de la idea de que los puertos no tienen por qué ser entornos de calidad de agua degradada. A pesar de que las obras de abrigo dificultan la renovación del agua, lo que empeora su calidad, ello no tiene por qué ser irreversible. De la misma forma que se trabaja con aguas depuradas, mejorando muchísimo su calidad, creemos que se puede hacer lo mismo con el agua portuaria ”, asegura.
“Se trata de retirar el exceso de nutrientes que hay en el agua, potenciando los procesos naturales que ya se dan en el mar. De esta forma, lograremos revertir el color verdoso del agua, garantizando con la mejora de la transparencia que la luz del sol pueda llegar al fondo con facilidad. Ello, a su vez, nos permitirá tomar otras acciones, como mejorar el ecosistema submarino con la implantación de especies vegetales, algas e incluso esponjas. Asimismo, esto garantizará una menor sedimentación y dragado. Una de las principales fuentes de sedimentos que hay en los puertos es la microfauna que va muriendo y se deposita en el fondo. Eliminar algo de ese volumen nos servirá para mejorar el dragado, que concretamente en Baleares es un tema complicado”, abunda.
Esta iniciativa sitúa una vez más al club a la vanguardia en temas medioambientales. Así, recientemente, el CNA recibió la distinción que lo acredita como primer puerto de España neutral en emisiones. Este certificado, otorgado por Naciones Unidas a aquellas instalaciones portuarias cuya huella de carbono es cero, ha sido posible gracias al sistema de gestión ambiental desarrollado específicamente para el club por la startup mallorquina Trueworld. De esta forma, el CNA se alinea ya oficialmente con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030.
“Somos muy conscientes de que no podemos interferir en absoluto en la operativa portuaria. Por eso instalaremos el sistema en uno de los pocos espacios muertos que hay en un puerto: debajo de los pantalanes. En concreto, instalaremos una serie de biorreactores conectados a una bomba y un sistema de control y electrónica para monitorizar el estado del agua. El sistema, además, ni siquiera será visible para los usuarios”, destaca.
“Aunque se trata de un proyecto a tres años, creemos que en dos o tres meses se notarán los efectos, ya que habremos mejorado sensiblemente el contenido en nitratos del agua”, indica.
“El Club Nàutic S’Arenal siempre ha apostado por el medio ambiente y la mejora de sus instalaciones en pro del entorno natural, así que es el socio ideal para este revolucionario proyecto”, incide.