La XXVII Regata Infantas de España vivió este miércoles una jornada de vela adaptada en la que tomaron parte medio centenar de personas con diversidad funcional. La tradicional cita, desarrollada en las instalaciones del Real Club Náutico de Tenerife (RCNT), contó con la participación de usuarios de los colectivos Atelsan, Fundación Sonsoles Soriano, Aspronte, Mensajeros de la Paz, Apanate y Probosco.
El presidente del RCNT, Enrique Martínez, resaltó que para la sociedad “supone un orgullo seguir trabajando en este sentido y desarrollar esta labor junto a colectivos del tercer sector en aras de convertir el deporte, y en este caso a la vela, en un elemento de inclusión. La Regata Infantas de España ya no se entiende sin este prolegómeno, ya que es un día muy esperado por las personas que forman parte de estos colectivos, que durante todo el año vienen a navegar con nosotros algunos días de la semana, y las empresas que colaboran para hacer posible esta iniciativa solidaria”.
El director insular de Deportes, Ángel Luis Pérez manifestó que, desde el Cabildo de Tenerife, “apoyamos el deporte adaptado como un elemento de inclusión junto al Real Club Náutico de Tenerife y el Ayuntamiento de Santa Cruz. Las administraciones, trabajando de manera coordinada, hemos posibilitado que todas estas personas hayan pasado una jornada inolvidable dentro del programa que forma parte de la Regata Infantas de España”.
La concejala de Deportes del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, Alicia Cebrián, hizo referencia a que la vela adaptada “permite a los colectivos con diversidad funcional la práctica de un deporte con el disfrutan muchísimo del mar y todas sus ventajas. He podido participar en la experiencia y comprobar cómo han vuelto a tierra llenos de felicidad tras el paseo. Hemos tenido, además, la gran suerte de que ha hecho un tiempo magnífico y eso ha posibilitado que las condiciones hayan sido geniales”.
Tras un desayuno de convivencia, en el que recibieron algunas nociones sobre lo que iban a encontrarse durante la jornada, los participantes compartieron un desayuno saludable antes de hacerse a la mar a bordo de embarcaciones de vela adaptadas del RCNT, kayaks y hasta tablas de paddle surf. Tras concluir la travesía, hubo entrega de obsequios conmemorativos como preludio a un almuerzo de confraternización.