Pepe Quiroga, periodista pionero de la nautica recreativa y deportiva
A principios del pasado mes de marzo se eligió un nuevo presidente de la Real Federación Española de Vela, (RFEV). No fueron unas elecciones al uso democráticas, sino más bien, como primero advirtieron diversos medios de comunicación y después titularon en grandes negritas unas elecciones pactadas, previamente acordadas, y sobre las cuales también cayó la inmediata sospecha de que al ser las primeras celebradas telemáticamente en la federación hubieran estado sometidas a manipulación como ocurrió con las elecciones norte americanas y sobre las cuales hasta el Washington Post tuvo que pedir disculpas al presidente Trump, cuando quedaron abrumadoramente ciertas las sospechas sobre manipulación advertida antes, durante y después de las mismas y en las que quedó desnudo el famoso periódico progresista. Y tampoco es de extrañar cuando el que fuera dos veces presidente de la RFEV, Arturo Delgado, por primera vez desde 1984 a 1992 y por segunda de 1996 a 2000, señalo en el prestigioso ABC de la vela, como hombre cuya opinión se respetó y hoy se respeta en el mundo de la vela de toda España, cuando sentenció “que saldrá elegido”- en referencia a las ultimas elecciones de la federación- “el que mas capacidad haya tenido de comprar bajo promesa o mentir a los asambleístas”. Dándose la peculiaridad añadida que de los 117 que votaron varios de ellos podían hacerlo dos veces.
Lo que ha sido legal y estatutario en las pasadas elecciones: las de Gerardo Pombo (2001-2012), José Ángel Rodríguez (2012-2015, Julia Casanueva (2015-2021) y esta última de Javier Sanz. Que, por cierto, su nombre no es Javier, debe llamarse y está registrado en su fe de nacimiento como, José Javier Sanz.
El levantino Pepe Martínez, su oponente, con 54 votos quedó a tan solo siete votos de él, perdiéndonos la oportunidad de haber tenido como presidente a un auténtico regatista y navegante, muy superior a Sanz, y hombre que ha dedicado toda su vida deportiva a mejorar la unión de los clubes náuticos españoles en vez de privilegiar tan solo el suyo como contrariamente ha hecho el forastero mallorquín en liza con el resto de los clubes españoles y hasta la saciedad incluso como el resto de los clubes mallorquines. Todavía se habla del enfrentamiento de estos últimos -principalmente el Club Náutico Arenal y el Club Náutico Can Pastilla- para que el náutico de Palma además de secuestrar la Copa del Rey, no se quedara con el mismo tejemaneje el Trofeo Princesa Sofia.
De ahí que no hayan tenido credibilidad ninguna las palabras de Sanz una vez elegido de que “las elecciones federativas han tenido un gran ambiente de cordialidad y amistad” ni la siguiente de que “la Federación tiene a partir de ahora un panorama prometedor” y menos aún de que “su elección ha supuesto un reconocimiento al gran trabajo que ha desarrollado en pro de la vela”. Teniendo en cuenta que únicamente se le ha reconocido en la Federación y por los federativos su acierto de eliminar gastos superfluos en una federación deportiva que siempre ha vivido por encima de sus posibilidades, gastos que durante años fueron objeto de grandes escándalos. Al fin y al cabo, ha tenido tiempo de eliminarlos, tras cinco años como vicepresidente económico de la candidatura de la santanderina Julia Casanueva. Una labor sí, metódica y austera, llena de recortes, alejada de las complicaciones economicistas en puestos de alta responsabilidad o como se ha dicho en algún medio, merecedora del máximo cargo en un INI o en la SEPI. Exageraciones sobre el candidato, hoy contraproducentes, teniendo el inexcusable deber de señalar aquí la cantidad de criticas que le van a caer por la cantidad de mallorquines que ha incorporado en la Federación. En tiempos de igualdad femenina más de seis mujeres, para que no se hable de su falta de progresía, varios fieles perrunos y dos entrañables, como el mayordomo Pomar en Prensa y Manu Fraga, director de deportes en el náutico de Palma, este último encabezando el colectivo de alto rendimiento, aún con un título universitario de Deportes que lo justifique, nunca ha montado en barco sino en tabla. Y que es el que más críticas recibe y recibirá, por su gran exposición mediática, por su absolutamente nula experiencia en la navegación a vela, en autentica navegación marinera.
Que no se queje Sanz de los críticos.